¿Cómo llegó a mí?

Mi amiga y casi hermana Natalia, partner de autoconsumo de Ringana por muchos años, tuvo una visión en un viaje a Praga con la empresa. Mientras recibía formación con otras partners y mentoras del equipo, pensó que si creaba un proyecto donde las comisiones de venta de producto se donaran a FundAME (fundación para investigar la Atrofia Muscular Espinal que sufre mi hijo), podría ayudar a muchos niños como Noah. 

Su visión no se quedó ahí. También pensó que podría ayudar a muchas mamis que, como yo, habíamos tenido que dejar de trabajar para cuidar a un niño dependiente. Ella sería la mentora de todas esas mamis, que, de una forma u otra, se habían “desconectado” de su esencia. Y con mucho amor, y mucha dedicación, esas mujeres volverían a sentirse poderosas, valientes, merecedoras de cosas bonitas, y volverían a sentir la increíble sensación de que volvían a tener el timón de su vida.

Y ahí entro yo: así es como me siento realmente. Vuelvo a estar “conectada” conmigo misma, me dedico tiempo, y me siento parte de un equipo precioso, trabajo en algo que tiene sentido (cuidando de mí, de los demás, del planeta y de niños como Noah), soy dueña de mi tiempo, sé que nunca estaré sola y por fin puedo conciliar y dedicarle el tiempo que merecen mis tres hijos.